A todos nosotros nos encanta montar en moto pero… ¿por qué lo hacemos? No es algo en lo que habitualmente pensemos ya que normalmente estamos ocupados con los mil placeres que nos aportan las dos ruedas….pero hemos decidido preguntarles a los moteros de la familia IMTBIKE y eso es lo que nos han contestado.

Montar en moto es meditación en movimiento y…. ¡la mejor manera de pasar tiempo de calidad con uno mismo!”

¡Porque es lo más divertido que se puede hacer con la ropa puesta!

Ir en moto es un arte y además te hace aislarte de todo, disfrutar, disfrutar y disfrutar.

Porque cuando llueve, te mojas, cuando hace sol, te tuestas, cuando hace frío, te congelas…y a pesar de todo sigues montando.

“Para dejar todo atrás”.

Me gusta montar en moto porque me gusta dominar la máquina y dibujar las carreteras.

Libertad, independencia, desconexión, conexión, reto, adrenalina…

La experiencia mecánica y el conjunto único de habilidades necesarias para hacerlo bien. Cuando voy en moto me encuentro al 100% en el momento, es mi zen.

¿Qué si no?

Por la sensación de libertad, comodidad y velocidad todo en uno y porque ir en moto es lo más satisfactorio y emocionante que uno puede hacer con los pantalones puestos.

Para mí las motos están vivas, las escucho respirar al ralentí, siento como se calienta su generoso corazón, y busco entender su alma en carreteras de curvas infinitas…

Porque de una forma u otra, no me deja de enseñar.

Me gusta montar en moto porque me hace sentir libre, ir a cualquier lado sin preocupación de tráfico y mientras poder disfrutar del paisaje, de las curvas y de todo lo que me rodea, es fabuloso.

Curiosamente…. me gustan las motos….¡Todas ellas! Con cualquier otra cosa siempre hay algo que no te interesa, pero con las motos eso no me pasa, ¿Por qué me gusta montar en moto? Porque me lo pide el alma.